Automatización del trabajo
Reflexión sobre la AUTOMATIZACIÓN del trabajo 💼👾
Hoy en día las máquinas son capaces de hacer cosas que pensábamos que solo los
humanos podíamos hacer. De hecho, cada vez son mejores y realizan actividades
progresivamente más complejas. Por ello, es razonable la preocupación acerca del
desempleo tecnológico: ¿Los trabajadores serán sustituidos por máquinas?, ¿Hasta qué
punto ocurrirá esto? Lo que es un hecho, es que la automatización del trabajo es
inevitable.
La automatización quiere decir que, lo que antes lo hacían los humanos, hoy lo
hacen máquinas, robots, códigos. Se utilizan robots para diversas tareas en fábricas,
almacenes, e incluso hospitales. Existen, por ejemplo, grandes almacenes que ya cuentan
con un sistema automatizado de pedidos a partir de robots, equivalente a casi mil
empleados. No obstante, la automatización no se refiere únicamente a los últimos avances
en robótica o a la maquinaria más sofisticada, sino que incluye además algo que,
actualmente, nos resulta de lo más habitual: el ordenador. Por ejemplo, en los años 90 se
produjo una considerable disminución del empleo en el sector de los seguros a raíz de la
utilización del ordenador. Hoy en día todo se hace online, no en papel.
Esto lleva a preguntarse si habrá empleos que desaparecerán total y
permanentemente para los humanos, siendo solo desempeñados por máquinas. La
mayoría de empresas de robótica aseguran que no pretenden sustituir a los trabajadores,
pero esto es una cuestión de marketing. Es un hecho que, aunque la automatización no
este destruyendo empleos de forma masiva en nuestros días, si se estancarán la creación
de los mismos, es decir, se ofertarán menos puestos de trabajo para las personas.
Por otro lado, las empresas hacen hincapié en que están formando y preparando a
sus trabajadores ante estos cambios. Es cierto que las máquinas de antes podían ser
manejadas por trabajadores poco cualificados, pero las de ahora requieren una formación
más avanzada y esa transición es difícil. En defensa de la automatización, se dice también
que, gracias a los robots y la maquinaria, las fábricas de los países desarrollados se
vuelven más competitivas y esto podría hacer volver la industria llevada a China y otros
países. Sin embargo, aunque esto se cumpliese, no se crearía mucho empleo que ya que
todo estaría plenamente automatizado.
Los economistas, respecto al tema del impacto de la automatización en el empleo,
afirman que en 20 años en adelante el 47% del mercado laboral en Estados Unidos estará
listo para ser automatizado. Esto mismo ocurrirá en el resto de países desarrollados, ya
sea en mayor o menor medida. También apunta que existen oficios o empleos con mayor
probabilidad de automatización que otros, como el de cajero de banco o técnico
bibliotecario, entre otros.
Estos cambios y avances parecen de lo más reciente; no obstante, la preocupación
por el desempleo tecnológico ha existido, bajo distintas formas, desde hace unos siglos.
El ludismo, por ejemplo, fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses del siglo
XIX, que protestaron entre los años 1811 y 1816 contra las nuevas máquinas por
considerar que destruían el empleo. Este movimiento se inició en la industria textil, a
partir de la aparición del telar mecánico, el cual, en realidad, no sustituía a los trabajadores
sino que aceleraba la producción.
Como se menciona anteriormente, existen empleos más susceptibles de ser
reemplazados por máquinas que otros. Una cuestión de debate es la posibilidad de
reemplazo de los trabajadores denominados “de cuello blanco”, es decir, aquellos que
profesionales que realizan trabajos de oficina, administración y coordinación, en contraste
con los trabajadores “de cuello azul” que desempeñan un trabajo manual, por ejemplo, en
talleres y fábricas. Los expertos opinan que la mayor transformación se daría en el sector
servicios, sector predominante en los países desarrollados actualmente.
En conclusión, es un hecho evidente que las nuevas tecnologías seguirán
desarrollándose y tendrán un impacto en el empleo, o incluso nos harán replantearnos
nuestra organización y estructura social. Queda abierto el debate de si, en un futuro,
trabajaremos o nos volveremos más creativos. No obstante, esto no parece afectar, por lo menos a día de hoy, a un oficio tan humano como la psicología.
Me ha gustado tu entrada.
ResponderEliminarQuiero añadir que los economistas laborales, que ya han empezado a estudiar el impacto de la automatización sobre el mercado laboral, están alertando de las inevitables consecuencias de la ésta sobre el empleo y algunos son optimistas mientras que otros son pesimistas.
Pero una cosa está clara: cuando se produzca esta automatización, aunque nos parezca muy lejana, tendremos que adaptarnos a un nueva era.